viernes, 27 de mayo de 2011

BIBLIOTECAS DEL FUTURO


Bibliotecas del futuro


El  futuro de las bibliotecas va a depender de las capacidades y las estrategias utilizadas en la implementación y uso de las actuales bibliotecas asi distinguimos  las siguientes:
Digitales o electrónicas: son aquellas que utilizan técnicas de digitalización de textos e imágenes para preservar y difundir el conocimiento. Para esto es necesario el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Virtuales: agregan a las características de las bibliotecas digitales la atención especializada de los referencistas a distancia. Utilizando al elemento humano para brindar servicios informativos a los usuarios remotos.
Por esto las bibliotecas deben incorporar el acceso información, a la Internet, teniendo en cuenta que la Red es un gran almacén de información, la  cual carece de organización y clasificación adecuada. Es  necesario un plan de formación de usuarios de Internet para que puedan utilizar las diferentes opciones presentadas.
La función de la biblioteca: es educativa, además de combatir el analfabetismo cibernético para el futuro inmediato.
Si bien estas propuestas ya están instaladas en la sociedad el libro impreso no ha perdido su rol específico: la de soporte de conocimiento
Lo antes planteado tendrá como consecuencia la adquisición de nuevas competencias, por parte de los bibliotecarios, a fin de satisfacer las demandas de los usuarios..
En conclusión las bibliotecas del futuro serán transmisoras del conocimiento.

El conocimiento: como nuevo factor de desarrollo

El conocimiento: como nuevo factor de desarrollo

En la economía, los factores de producción más importante son los recursos tradicionales como la industria, el trabajo o el capital; la generación de riqueza y valor se da a través de la productividad y la innovación. Sin embargo, desde hace algunos años se empieza a reconocer otro factor de producción -el conocimiento- como generador de riqueza en las economías. Como elemento exógeno al proceso productivo, el conocimiento ha estado siempre presente y ha posibilitado el desarrollo económico. No obstante, uno de los  hechos que pueden explicar este fenómeno es el desarrollo de las tecnologías de la información y del conocimiento, su difusión y su distribución a través de todos los sujetos que configuran la economía que basada en la producción y distribución de la información a partir de un alto desarrollo y calificación tecnológica, constituye una de las grandes tendencias de la sociedad contemporánea.

Es por ello que podríamos decir que las actuales economías -y con ellas todos los agentes económicos- se encuentran inmersos en una transformación que significa el paso de una economía industrial a una basada en el conocimiento.

Este factor clave a diferencia de los factores tradicionales de producción es infinitamente ampliable, puede ser producido y utilizado en la creación de otros bienes, e incluso en su propia producción

En este nuevo contexto, es necesario gestionar bien los procesos que incentiven la creación, uso y difusión del conocimiento que  se convierte en la herramienta para el desarrollo económico.

La transformación del modelo económico no sería completa sin que uno de sus principales activos -las personas- asimilara el cambio exigido. El capital humano, con su capacidad de aprendizaje y de desarrollo de nuevos conocimientos, se convierte en uno de los valores diferenciadores dentro de  este cambio.

Esto lo podemos fundamentar citando al informe realizado por el Banco mundial en el año 1999, donde se plantea el nacimiento de una nueva economía que encuentra como fundamento principal la inserción del conocimiento como base de una nueva etapa económica global basada en este recurso.

En este documento, de gran valor, se plantea como proyecto  llevar a cabo  políticas de capacitación, innovaciones e inversiones en el área educativa, que beneficien el desarrollo del  humano en su aprendizaje básico vista desde una perspectiva a largo plazo que disminuya sustancialmente el desnivel existente entre países “en desarrollo” y “desarrollados”, así como la concentración de fuerzas económicas, sociales y culturales.

De este manera se lograría impulsar el desarrollo tecnológico y el establecimiento  del conocimiento generalizado; proyectar internacionalmente la educación de calidad; asegurar la alta competitividad a nivel global y del sector privado como eje del desarrollo económico; dotar a las sociedades  de equipamiento urbano y cultural; difundir una nueva cultura (la del conocimiento); fomentar la cultura y el arte; integrar a  las sociedades una  organización para un programa de oferta y demanda  más inclusiva; propiciar la transferencia tecnológica a los distintos sectores de la sociedades; asegurar un modelo económico moderno e innovador.

Fuente:
www.worldbank.org/gmr2011 
http://media.worldbank.org/secure 
http://media.worldbank.org/